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Julia Minguillón

Nació el 17 de julio de 1906 en la ciudad de Lugo. Los padres de Julia fueron don Federico Minguillón Curiel, quien era un farmacéutico afincado en Vilanova de Lourenzá, perteneciente a la Provincia de Lugo, y doña Emilia Iglesias López, de arraigada familia lucense hecho que provocó que Julia naciera en Lugo, y no en Lourenzá, lugar en el que residían ambos padres. Luego de su nacimiento, los primeros años de la pintora transcurrieron en Vilanova de Lourenzá y esta etapa marcó la perspectiva y la forma única de concebir el paisaje que tenía Minguillón. Pero, otro acontecimiento condicionará su futuro como artista, ya que a los nueve años Julia Minguillón fue enviada a Burgos a vivir con una hermana de su padre, Doña Amelia. En Burgos asiste a un colegio de monjas en el que es sometida por sus compañeras de estudio a constantes burlas debido a su acento gallego. Julia era castigada ni bien se atrevía a reaccionar a las constantes bromas. Paradójicamente, las bromas de sus compañeras y su propio espíritu de revancha es lo que la impulsa a realizar excelentes caricaturas como forma de vengarse de sus compañeras.
 

Por ese tiempo también muestra una gran vocación para todo tipo de arte realizado con las manos, por ejemplo en la confección de su propia vestimenta, en sus dibujos en pluma, o en pequeños collages hechos con sellos de correo que enviaría luego a su familia en Galicia, etc.
 

Comenzó muy tempranamente a destacarse, fundamentalmente por el manejo y el dominio absoluto de la técnica. Por ese motivo la Diputación de Lugo decide otorgarle una beca en la Academia de Bellas Artes de San Fernando. Cabe señalar que la beca anterior le había sido otorgada a la genial Maruja Mallo.
Sus obras hablan de temas cotidianos, paisajes rurales y urbanos, acontecimientos populares. También trabajó mucho en retratos, técnica que fue perfeccionando con la ayuda de sus propios allegados a quienes tomaba como modelos. Un ejemplo de ello es la aparición constante de sus hermanos en las obras realizadas por la pintora.

 

Sintió una innegable cercanía por lo natural, por eso al retratar a sus familiares buscó la espontaneidad del movimiento, lo casual y azaroso de la imagen. Esto la acercó más a lo cotidiano, a la descripción poética de su propio entorno.



Una de sus obras más importantes es La Escuela de Doloriñas, pieza por la que recibe una medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes en Madrid en 1941. Distinción que por primera vez le fue otorgada a una mujer.

Participó en innumerables exposiciones colectivas: Madrid, París, Nueva York, San Francisco, Londres, Berlín, México y Buenos Aires. Esta última realizada en el Centro Gallego de Buenos Aires con motivo de las festividades del mencionado centro junto a Laxeiro y Colmeiro.
 

En cuanto a su trayectoria individual, cabe destacar sus exposiciones en Madrid, Vigo, París y Guatemala.
Julia Minguillón murió el 20 de agosto de 1965 en Madrid, pero vivió la mayor parte de su vida en Galicia. Su obra, colores, formas y recorridos pueden apreciarse en el Museo Provincial de Lugo.

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